Todos queremos lucir una sonrisa brillante y limpia, y sabemos que tener una rutina de higiene dental en el día a día es muy importante para evitar problemas orales.

Pero, a veces, cepillarse los dientes, usar hilo dental y un enjuague no es suficiente, ya que siempre quedan zonas difíciles de alcanzar.

Por eso, desde Clínica Dental Bona, te explicamos en qué consiste la limpieza dental perlada, una técnica de higiene bucal complementaria para ayudarte a que tus dientes queden realmente limpios, eliminar la placa y el sarro, además de prevenir otros problemas bucales como la gingivitis, la periodontitis o las caries.

¿En qué consiste?

La higiene dental perlada es un tratamiento de limpieza avanzado, que se realiza con polvo perlado. Estas perlas están compuestas con polvo de bicarbonato de sodio, y son extremadamente suaves, por lo que respetan y cuidan el esmalte de los dientes, a la vez que limpian en profundidad.

Este polvo perlado abarca las zonas más difíciles de la boca, además de limpiar las manchas de los dientes, haciendo que las piezas recuperen el tono natural.

¿Para quién está indicada?

Este tipo de limpieza está indicada para todo tipo de pacientes, sobre todo para aquellos que necesiten una limpieza en profundidad o que presente manchas por la ingesta de café o tabaco.

De cara a un blanqueamiento dental, o la implantación de carillas dentales, esta limpieza prepara la superficie de los dientes para un resultado óptimo de los tratamientos.

También está recomendada para aquellos pacientes que usen un tratamiento de ortodoncia, ya que ayuda a eliminar resto de alimentos e incluso de pegamento.

Si estás pensando en hacerte una limpieza perlada, no lo dudes, ven a Clínica Dental Bona. Llámanos para pedir más información sobre el tratamiento o pide cita. ¡Te esperamos!

¿Alguna vez te has sentido incomodado/a por el mal sabor de boca? Aquí te explicamos algunos de los motivos que lo causan y te daremos posibles soluciones para acabar con él.

El mal sabor de boca puede tener varias causas, pero las más frecuentes son la alimentación, alguna enfermedad o la mala higiene bucal.

Alimentación

El hígado es un órgano esencial para depurar nuestro organismo. Conviene no abusar de sustancias tóxicas como el alcohol, ni de grasas como las de la comida chatarra. Un pequeño exceso de ambas junto a un desajuste en su depuración pueden causar un exceso de bilis. Esto conlleva una liberación de vapores que llegan hasta la boca y podrían producir un sabor amargo.

Para este tipo de problema recomendamos mejorar la alimentación y eliminar el consumo de bebidas alcohólicas.

Enfermedades gastrointestinales

Los problemas gastrointestinales también pueden ser una de las causas ya que nuestra boca forma parte de nuestro sistema digestivo. Gastritis, reflujo, indigestión… son evidencias de que algo no está yendo bien en nuestro interior, por lo que aconsejamos acudir a tu médico de cabecera para abordar el problema de raíz.

Las náuseas y los vómitos son otra de las causas, sobre todo en mujeres embarazadas en el primer trimestre. Para ello no hay más remedio que la paciencia y la espera.

Mala higiene bucal

En la cavidad bucal proliferan miles de bacterias que pueden afectar a la salud bucodental y cambiar nuestro gusto.

Las caries, por ejemplo, cuando llegan hasta la pulpa del diente, hacen que el tejido afectado se descomponga y produzca un mal sabor e incluso mal olor (halitosis)

Un exceso de placa bacteriana también puede ir acompañado del mal sabor de boca.

Para evitar ambas afecciones recomendamos mantener una correcta higiene bucal:

  • Aplicar un correcto cepillado tras cada comida
  • Emplear enjuague bucal adecuado
  • Utilizar hilo dental.
  • Visitar al dentista periódicamente para revisiones y limpiezas dentales.

Un dato curioso

¿Si estamos sanos, por qué tengo mal sabor de boca por las mañanas? La causa puede ser un mal vaciado del estómago durante la noche. Es decir, durante la digestión, no se contrae bien y se retienen un poco más los alimentos. Al estar tumbados se puede llegar a producir algo más de reflujo por la noche o que parte de la bilis pase al estómago y de ahí al esófago y a la boca.

Los avances en el campo de la ortodoncia han proporcionado en los últimos tiempos increíbles resultados. Antiguamente, un aparato dental era algo muy molesto y aparatoso, pero a día de hoy existen diferentes tipos de ortodoncia disponibles para adaptarse a las necesidades de cada paciente.

Hoy en el blog de Clínica Dental Bona veremos los diferentes tipos de ortodoncia.


Aunque existan diferentes tipos, todos tienen un único objetivo: corregir la posición de los dientes. A través de la ortodoncia conseguimos aplicar fuerza, de una forma medida y controlada, para lograr el desplazamiento permanente de los dientes hacia la posición deseada, ya sea por estética o por funcionalidad.

Ortodoncia fija

Es la más conocida y la más usada actualmente. En este tipo de ortodoncia se emplean alambres y brackets. Los brackets se adhieren a los dientes y se fijan con el alambre.

Los brackets producen una ligera fuerza para corregir cualquier maloclusión desde cualquier edad.

Dentro de la ortodoncia fija, encontramos dos tipos:

Brackets: Se colocan en la parte externa de los dientes y son totalmente visibles. Es el tratamiento con menor coste y son más utilizados en niños y adolescentes. De todas formas, existen brackets estéticos hechos con materiales como cerámica o porcelana que son mucho menos visibles que los de acero.

Lingual: Este tipo de ortodoncia es parecida a los brackets, pero con una evolución, y es que los brackets y el arco se adhieren a la parte interna del diente, consiguiendo un acabado más estético ya que no se ve a simple vista.

Ortodoncia invisible

Lejos quedan los aparatosos sistemas de corrección, ya que hoy en día existen novedosos sistemas de ortodoncia invisibles que te permiten corregir tus dientes de una forma discreta y eficaz.

Se trata de una especie de férula transparente removible que va corrigiendo la posición de los dientes poco a poco. Es un tratamiento en el que se construye la férula de manera personalizada y se va cambiando cada cierto tiempo hasta alcanzar el resultado deseado.

Es necesario llevarlo puesto todo el día, excepto para comer y lavarnos los dientes de la forma habitual.

Debes prestar cuidado a la limpieza diaria del aparato removible, puedes usar cepillos especiales o sumergirlo en agua junto con comprimidos limpiadores.

Consejos para cualquier tipo de ortodoncia

Si normalmente se debe mantener una correcta higiene dental, es especialmente importante mientras se lleva un tratamiento de ortodoncia. Hoy en día existen cepillos especiales para brackets, irrigadores bucales que ayudan a limpiar los restos de comida con agua a presión o cepillos interproximales e hilo dental de diferentes tamaños según las necesidades.

Una vez finalizado el tratamiento de ortodoncia, los dientes tiendan a volver a su posición inicial y es importante usar un retenedor el tiempo que nuestro dentista nos paute, porque mantiene los dientes estables en su nueva posición.

 

Sin duda, un tratamiento de ortodoncia hará que tu dentadura luzca más sana y más bonita, así que sonríe y presume de sonrisa.

 

Consulta todos nuestros tratamientos de ortodoncia aquí.

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