Además de mantener una correcta higiene bucal cepillándonos los dientes después de cada comida, usando la seda dental y enjuagándonos cada día, hay otras formas de mantener nuestra dentadura sana.
Hoy en nuestro blog vamos a recomendaros una serie de alimentos que ayudan a mejorar la salud bucodental.
Los alimentos y la frecuencia en la que los consumimos pueden afectar de manera positiva o negativa a nuestro organismo y, de forma automática, también afecta a nuestros dientes y encías.
Por ejemplo, todos sabemos que las bebidas azucaradas o los caramelos pueden causar caries. Pero hoy no venimos a hablarte de los alimentos no recomendados, sino de los que sí puedes tomar para mantener fuerte tus dientes y encías.
¡Empezamos!
Leche y derivados
Nos ofrecen una gran fuente de calcio y, como ya sabemos, el calcio es indispensable para recurar el esmalte dental para proteger los dientes.
Nosotros te recomendamos consumir queso, que te ayudará a reforzar la parte superficial del diente y el yogur que, además de aportarnos calcio, nos aporta fosfato y caseína.
Verduras y frutas
Seguro que has oído hablar de los beneficios de la manzana para nuestros dientes, pero lo cierto es que también hay más frutas y verduras.
Por ejemplo, el apio y las zanahorias. Son buenas para nuestra salud bucodental ya que actúan directamente barriendo la placa bacteriana.
Verduras como las espinacas o el brócoli son muy ricas en calcio, que favorece al esmalte de los dientes.
En general, todas las frutas y verduras nos ayudan a mantener los dientes fuertes y a evitar que las encías se inflamen y sangren.
Frutos secos
Son una fuente de vitaminas y minerales. Por ejemplo, las almendras y las avellanas nos aportan calcio. Eso sí, solamente serán beneficiosos si no están procesados y, por supuesto, sin azúcar.
Té
En especial el té verde y negro tienen un alto poder antioxidante, esto quiere decir que nos ayudan a controlar el desarrollo de bacterias que provocan caries y enfermedades de encías. Además, nos ayudan a suprimir el mal aliento.
Agua
El agua o las frutas que contienen gran cantidad de agua (la sandía o el melón) favorecen a la salivación, lo que ayuda a que las bacterias no se queden en nuestros dientes.